Tras varios libros leídos y no reseñados aquí, no me resisto a hacer una breve reseña de cada uno de ellos. Lecturas variopintas pero siempre interesantes que bien merecen, siquiera, unas cuantas palabras en este humilde blog.
Los Santos Inocentes:
Ambientada en la Extremadura profunda, rural y mísera de posguerra, el libro es un magnífico fresco sobre esa España de Cortijo y Señorito que se enseñoreaba, si es que alguna vez había dejado de hacerlo, de un país entero tras el triunfo del franquismo.
Una obra de profunda raíz social, una crítica sutil pero demoledora a una alta sociedad que desprecia a aquellos que no son como ellos, de los que se sirven para vivir como reyes mientras les son útiles y a los que tienen en poca más consideración que a unos animales de labranza. Aunque la justicia poética acaba por imponerse al final de la novela.
Triste es pensar que todavía resuenan en la sociedad actual más ecos de los que deberían de gente que entiende que este país es un Cortijo exclusivo para su uso y disfrute. Una novela potente, con el sello inconfundible de la prosa de Delibes, con su característico derroche de un acervo popular y rural ya en desuso, que fue llevada al cine por Mario Camús en lo que supone una de las mejores adaptaciones cinematográficas de una novela que un servidor recuerda.
Territorio Comanche:
Es, si no recuerdo mal, la tercera vez que leo esta obra que se ubicaríamos en un incierto e interesante punto a mitad de camino entre la novela y la crónica periodística. Es una obra ligera que se puede leer en dos o tres buenas sesiones de lectura y sin embargo, es una obra de gran profundidad por lo que cuenta y por cómo se cuenta, me explico.
El protagonista principal de la misma es Barlés -trasunto de su autor, Pérez-Reverte- corresponsal en la guerra de los Balcanes junto a su inseparable Jose Luís Márquez -cámara de televisión que hizo tándem con Reverte durante años y al que éste dedica la obra-. El grueso de la accion se desarrolla en Bijelo Polje donde Márquez está decidido a toda costa a grabar la voladura de un puente que los croatas pretenden destruir en su retirada ante al avance de la Armija bosnia.
Sin embargo, ese episodio sirve a Pérez-Reverte como catalizador de un proceso de narración y reflexión sobre una multiplicidad de aspectos que se relacionan con la guerra. No hay que perder de vista que Pérez-Reverte cubrió conflictos armados a lo largo y ancho del planeta durante veintiún años, hecho que le otorga un conocimiento en profundidad de la dimensión de la guerra así como un sinfín de anécdotas y recuerdos con los que enriquecer la narración.
La obra tiene la virtud de ser áspera y desasosegante por momentos, acorde a la duerza de los hechos que allí se narran, pero también con fragmentos más simpáticos en lo que el autor nos presenta a un conjunto de personajes de variado pelaje y condición como son los reporteros de guerra que formaban un ecosistema singular y de lo más variopinto.
En resumidas cuentas, un libro ameno, interesante, que puede resultar didáctico para aquellas personas que desconocen o tienen un conocimiento muy superficial de la guerra que tuvo lugar en los Balcanes a principios de los noventa y que para colmo está bien escrito. Una de mis obras recurrentes y favoritas y a la que estoy seguro que algún día en el futuro, a pesar de las ya diversas relecturas, volveré.
El perro de los Barkerville:
Es un clásico de la novela policíaca británica aunque en esta ocasión Conan Doyle combina lo mejor de este género con espacios brumosos y leyendas que hablan de elementos sobrenaturales que entroncan con la tradición gótica literaria de finales del siglo XIX. Hacía muchos años que no leía nada de Sherlock Holmes y ha sido una alegre reencuentro.
Como decíamos, El perro de los Baskerville es uno de los clásicos del género y no voy a descubrir nada a quien ya haya leído previamente esta o cualquier otra aventura del detective Holmes y su inseparable doctor Watson. Y si hay alguien que todavía no los conoce les invito a no perder más tiempo y dejarse atrapar por la implacable lógica deductiva del famoso detective que nunca defrauda.
