CANCIÓN DULCE.

Autora: Leila Slimani.

Año de edición: 2017.

Editorial Cabaret Voltaire. 278 págs.


Hoy traemos al Páramo Literario una obra de la escritora franco-argelina Leila Slimani que le valió el prestigioso premio Goncourt 2016 y a juzgar por lo leído, muy merecidamente.

El libro cuenta la historia de Louise, una niñera cautivadora y pulcra que llega a casa de los Massé, una familia acomodada de la pequeña burguesía parisina para cuidar de sus hijos Mila y Adam. Muy pronto Louise tejerá con esta familia una relación de interdependencia que irá tomando tintes cada vez más insanos y que acabará en tragedia.

El hilo principal de la novela gira en torno a la evolución psicológica y emocional de la niñera que acaba por mostrarse como una persona solitaria, con un pasado triste y un presente desamparado que irá tornándose en trastorno. Paralelamente la autora inserta capítulos narrados por personajes secundarios que ayudan a entender la evolución de Louise y además incluye la perspectiva del matrimonio Massé e incluso de los niños utilizando la técnica del narrador omnisciente, todo lo cual otorga profundidad y matices a la historia principal.

Cabe resaltar el hecho de que el libro empieza por el final, de forma que en muy pocas líneas queda descubierto todo el pastel. Es a partir de este punto que la autora empieza a narrar los hechos desde su génesis, es decir, desde el momento en que el matrimonio comienza a buscar niñera y la llegada de Louise a su hogar. Este salto narrativo lo resuelve Slimani con maestría, hace fácil el difícil reto de mantenerle el pulso durante 276 páginas a una historia cuyo final ya conoces y todo ello con una calidad literaria arrolladora.

Desde el punto de vista estilístico, la factura de la novela es impecable. La prosa de Slimani es sobria, amena y cuidada, sin adornos innecesarios. Traslada con una naturalidad y una belleza notables los estados de ánimo, pensamientos o las escenas cotidianas de los protagonistas. El modo en que está contada la historia, te deja con ganas de más, de forma que una vez terminado el libro lo hubiese vuelto a empezar por el principio sin vacilar. Se puede calificar como se quiera pero creo que pocas cosas más halagadoras se pueden decir de una novela.

Pd: Preciosa edición de Cabaret Voltaire  que se puede ver a la cabecera de esta entrada, a la altura de lo que la novela ofrece.