sábado, 10 de noviembre de 2018

PATOLOGÍAS.


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Autor: Zajar Prilepin.

Año de publicación: 2012.

Sajalín Editores. 377 págs. 


Hoy traemos al Páramo Literario una de crónicas del autor ruso Zajar Prilepin. Una obra que cuenta con crudeza y en primera persona el conflicto que a finales del siglo pasado se vivió en la región rusa de Chechenia.

Yegor Tashevsky, alter ego del autor en la narración, es un capitán de las fuerzas especiales del ejército ruso enviadas a Grozny -capital de Chechenia- durante la guerra que asoló la región en la segunda mitad de los años 90. Un conflicto que enfrentó a Chechenia, un territorio caucásico de mayoría musulmana, que ha tenido una relación históricamente conflictiva y tormentosa, con Rusia.

 Este fue quizá el último gran conflicto derivado de la desintegración de la extinta Unión Soviética que dejó una Rusia asolada por el vodka y la miseria y venida a menos en la esfera internacional. Los separatistas chechenos quisieron aprovechar el momento histórico para tomarle el pulso al gigante de los pies de barro, pero éste, aunque empequeñecido, seguía siendo muy superior en términos demográficos y militares a la pequeña provincia caucásica. En ese sentido fue una guerra más vana e inútil si cabe, puesto que los chechenos nunca tuvieron ninguna oportunidad seria de ganarla.

El autor nos presenta una ciudad -Grozny- plomiza y devastada, testigo de unos combates poco heroicos que no buscan una victoria militar sino la exterminación física y psicológica del enemigo y donde sólo rige un principio, el de la supervivencia diaria. Nos cuenta como es el día a día de un pelotón ruso recluido en una escuela, que hace las veces de cuartel militar, en una ciudad ajena y hostil donde acechan los rebeldes. La crónica bélica se intercala a lo largo de la obra con recuerdos del autor sobre su amada y de algunos episodios de su infancia.

Curiosamente, es en estos recuerdos de su querida Dasha donde las reflexiones del autor adquieren unos tintes más obsesivos y patológicos. En cualquier caso conforme se suceden las operaciones de castigo y limpieza, se van sucediendo las bajas de compañeros y los pensamientos del protagonista se van haciendo más oscuros y enfermizos. El clímax de este desasosiego llega en las últimas páginas con los rebeldes chechenos masacrando a las fuerzas del ejército ruso, con la escuela tomada al asalto y una huida in extremis, que llega a crear al lector una verdadera sensación de angustia. 

En resumen, un crónica aguda de un episodio -uno más- bélico que visto desde una perspectiva externa supuso un grave despropósito y como todo conflicto armado oneroso a causa de las vidas humanas y el sufrimiento causado. Desde luego, llama poderosamente la atención que el autor a pesar de estar inmiscuido en la guerra, a penas deje traslucir nada acerca de su planteamiento ético frente a ella. Un ejercicio de lectura, el de este tipo de libros -para mí- necesario cada cierto tiempo. 


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