Año de Publicación: 1976.
Editorial Cátedra. 165 páginas.
Cuando catalogamos una obra artística o literaria con el adjetivo clásico, quiere decir algo así como que por su calidad es digna de ser imitada, al menos si atendemos a la etimología original del término derivado del latín classicus. Esta apreciación es pertinente por cuanto, El Túnel es uno de los clásicos, con mayúsculas, de la narrativa argentina moderna, que no es poco.
Se trata de una obra de gran carga psicológica que narra el proceso por el cual el protagonista, Juan Pablo Castel, acaba con la vida de su amada María Iribarne, de la que se enamora en una exposición cuando ella se fija en un detalle de uno de los cuadros de Castel (pintor de profesión).
Tiempo después, a raíz de un encuentro fortuito, se iniciará una tormentosa relación sentimental entre ambos que les proporcionará a los dos grandes dosis de dolor y escasos momentos de felicidad. En realidad, la obra se centra en la exposición de los pensamientos de Castel, un hombre metódico y racional pero cuyos pensamientos respecto de María pronto se tornan obsesivos y enfermizos.
Sábato baste una obra en la que todo el pastel queda descubierto en la primer página y sin embargo, emplea las restantes 164 en desenmarañar de manera brillante el ovillo de hechos y sentimientos que conducen al fatal desenlace. Así, el túnel es metáfora de la incomunicación y el subsuelo de las emociones, lóbregas y oscuras, que Castel alberga ante su propia incapacidad de tender verdaderos puentes de comunicación con María.
Como decíamos al inicio, una obra que se ha ganado a pulso su lugar entre los clásicos literarios argentinos debido a su innegable calidad narrativa.
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