Autor: Santiago Posteguillo.
Año de publicación: 2016.
Editorial Planeta. 1065 págs.
Estamos ante el libro que cierra la trilogía literaria que Santiago Posteguillo dedica a la figura histórica del emperador Trajano. Trilogía, que yo he empezado por el final, aunque el libro se puede leer de manera independiente de los otros dos sin ningún problema. Además, esta novela nos aporta algunas claves para entender porqué Santiago Posteguillo se ha convertido en un fenómeno editorial en sí mismo.
Una sugerente historia sobre una legión romana perdida en los confines del mundo como cebo, una prosa sencilla y amena capaz de mantener el ritmo narrativo durante más de mil páginas sin grandes pretensiones estilísticas ni concesiones retóricas, pero con eficacia, haciendo muy accesible una novela histórica al gran público.
Y por último una historia bien construida y ambientada, bien cerradita para que nadie se pierda, escrita en dos niveles narrativos (períodos cronológicos) diferentes pero ligados en la trama argumental y bien hilvanados por el autor que son la época de la legión perdida de Craso y la época del emperador Trajano y su intento de conquistar el imperio parto.
Por poner un pero al libro; Posteguillo en su ánimo de ilustrar las corrientes sociales de la época introduce en el texto una historia paralela sobre los cristianos y el debate acerca de la recopilación de textos que conformarían el Nuevo Testamento, parte que no se acaba de entrelazar en ningún momento con la historia principal y por tanto, a mi juicio, perfectamente prescindible.
Desde el dueto literario dedicado por Robert Graves al emperador Claudio formado por los títulos: Yo, Claudio y el más sonoro Claudio Dios y su esposa Mesalina, no había vuelto a leer una novela histórica sobre la antigua Roma y esta Legión Perdida de Posteguillo poco o nada tiene que envidiar a los dos clásicos de Graves. Leyendo esta Legión Perdida pronto te das cuenta de que es una combinación ganadora a nivel editorial, pero además es también una novela histórica solvente, rigurosa y atractiva.
En suma, que justifica el éxito editorial que Santiago Posteguillo viene consiguiendo a poco que el resto de sus libros mantengan el nivel mostrado en esta Legión Perdida.
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